Historia de Ceuta

La principal característica de Ceuta es la variedad de influencias que recibió en su larga e interesante vida desde sus precarios comienzos hasta su excelente actualidad. La ciudad, según registros historicos, fue fundada por fenicios para luego ser ocupada por griegos quienes a su vez la terminarían cediendo -no por su voluntad, por supuesto- a los cartagineses. El imperio romano se apoderaría de Ceuta y la mantendría en su poder por cuatroscientos años.

En el año 709 la ciudad es conquistada por el califato Omeya. En el 1024, Ceuta permanece bajo control de la taifa de Málaga. En 1084, los almorávides conquistan la ciudad para perderla en 1147 a mano de los almohades.

Finalmente, la ciudad es tomada en el 1309 por el Reino de Fez gracias a la ayuda aragonesa. En 1415, el rey de Portugal, Juan I, junto a sus hijos Eduardo, Pedro y Enrique conquistan Ceuta, firmando un tratado con el reino de Fez por el cual estos reconocen a la ciudad como portuguesa.

En 1668 se firma el tratado de Lisboa por el cual Portugal reconoce la soberanía española sobre Ceuta; esto no significara el fin los intentos por apropiarse de la ciudad: Muley Ismail intentara, a lo largo de mas de treinta años -1694 a 1727- quebrar las defensas y ocupar nuevamente Ceuta.

Para responder a estas agresiones externas se construiran nuevas fortificaciones que obligan a destruir determinados barrios y mudar a sus habitantes a nuevos sitios, con los inconvenientes que esto genera.

Con la llegada de los Borbones al poder se fortifica aún mas la plaza aumentándose el número de soldados pero, al mismo tiempo, se comienzan a levantar nuevos edificios cuya función no es la defensa: iglesias, conventos, hospitales, correos, escuelas... Al mismo tiempo se comienza a organizar la estructura de la ciudad con el trazado de nuevas calles y la creación de plazas.

En 1812 la Junta que gobierna la ciudad finalmente se convierte en Ayuntamiento. Esta decisión ayuda a centralizar las tareas y los sucesivos gobernantes se encargan de reformar integramente la ciudad, proponiendo la creación de nuevos caminos, el trazado de carreteras y la explotación de nuevas posibilidades comerciales.

Como consecuencia de estas políticas, comienza la construcción de diversos muelles que tienen por fin aumentar las posibilidades comerciales y potenciar el intercambio con otros paises, no solo comercial sino también cultural, estrechando lazos que, hasta ese momento, por diferentes motivos, permanecían cortados o, al menos, muy laxos.

Un factor a tener muy en cuenta es que, dada la necesidad de personal para la construcción no solo del puerto, sino también del ferrocarril Ceuta-Tetuán, incrementó considerablemente la población con aportes de los cuatro puntos cardinales enriqueciendo la cultura local.

En 1925, Ceuta finalmente se independiza de Cadiz. En los años siguientes, gracias a las ventajas fiscales que brinda el gobierno, el comercio se ve potenciado.

En 1978 la Constitución Española reconoce a Ceuta como territorio componente de la nación, estableciendo la posibilidad de convertirse, si así lo desean los habitantes, en Comunidad Autónoma.

En 1995 finalmente se promulga el Estatuto de Autonomía que le permite a Ceuta alcanzar la categoria de ciudad autónoma.